El amor que Edward y Bella sienten el uno por el otro se sella con la celebración de una gran ceremonia organizada por Alice. Durante la luna de miel, los recién casados mantienen relaciones sexuales y Bella queda embarazada. El rápido crecimiento del feto, mitad humano mitad vampiro, afecta gravemente a su salud, llevándola al borde de la muerte.